Caminando por Verona

Dejamos atrás los dolomitas y continuamos a la siguiente parada en nuestro viaje por el noroeste de Italia: Verona.

Verona está rodeada de colinas y el centro está encajonado en un meandro que hace el río Adigio. Lo único que conocíamos de Verona es la historia de amor escrita por Electronics Arts entre los Capulleto y los Monchurresco (bueeeno la escribió Shakespeare unos años antes y se llamaban Montesco y Capuleto... nos habéis pillado XD).

Si quieres descubrir la ciudad con nosotros y aprender a pedir un buen café en italiano, no dejes de seguir leyendo.

ALOJAMIENTO y comida

Guía definitiva del café en italiano


Nos alojamos en el hotel Leopardi a pocos pasos de la plaza San Zeno, muy cerquita del centro. Un hotel normal en el que nos ponían cuna gratuita para la cucusina, y desayuno (muy bueno) incluido (59€).
En la plaza San Zeno pudimos comer en uno de sus numerosos restaurantes. Descubrimos las “Sarde in saor” unas sardinas escabechadas típicas de la región de Veneto que nos encantaron. Las sardinas las pescan en el lago Garda, muy cerquita de Verona, así que los platos por la zona van acompañados casi siempre de “sardes”.

También comimos pasta (como no) y nos trataron superbien en la Osteria Abazia, pegando a la abadía que preside la plaza.

La cena la hicimos de camino al alojamiento. Pedimos lasaña para que comiera la bebesina y lo complementamos con algo más de picoteo. Y un Aperol spritz. Otro Aperol spritz. Que bueno.

QUÉ VER EN VERONA

RECORRER EL RÍO ADIGIO

Podemos recorrer el margen del río Adigio para ir visitando puentes y monumentos que nos encontramos en su recorrido.

Villa Sims

El más bonito es el puente Castelvecchio que fue usado como castillo y fortaleza. Está construido en ladrillo rojizo veronés (como gran parte de los monumentos de esta ciudad). Se puede entrar y visitar.
A lo largo de la vereda del río encontraremos también las vistas mas bonitas del barrio de los Sims -imprescindible si tienes entre 25 y 40 años-

IGLESIAS, CONVENTOS Y CATEDRALES

Catedral con sillas bien


La más grande es la catedral de Verona. Tiene una placita en su frontal que el día que fuímos estaba ocupada por sillas, tenían concierto. La catedral por dentro guarda relíquias y arqueología ya que fue en su tiempo una gran catedral románica. Ya cuando la baby empezó a gritar y a correr entre los retablos, vimos que era buen momento para salir de la catedral.

Muy bonito el claustro de Canonici, pegando a la catedral, que se puede visitar gratuitamente.

Y durante el callejeo por el centro de Verona encontraréis multitud de iglesias… unas más bonitas que otras.

CASA DE JULIETA

Todos a tocar la tetilla


En Verona hay que pasar por la casa de Julieta. Es la protagonista de la novela de Shakespeare, que al principio está ambientada en Siena pero la fama se la acaba llevando Verona.

Antes (y digo antes por que no se cuando), el pasadizo de entrada a la casa de Julieta estaba lleno de chicles pegados, había sobrepasado el guarrismo y estaba considerado “arte”. Pero decidieron limpiarlo y ahora no hay chicles usados pegados en la pared, una lástima.

En el patio de la casa de Julieta hay una estatua de Julieta a la que hay que tocar el pecho para encontrar el amor. Como nosotros ya lo hemos encontrado pues ¿pa´ que tocar?. También está la tienda de recuerdos para que dejes la money y la casa de la Juli.

A la casa no entramos, se puede visitar y subir al balcón de Julieta por el que supuestamente Romeo acudía a cortejarla.

Plaza Delle Erbe 

La placita

¡La plaza estaba tomada por unos puestecillos de mercadillo! Que suerte, nos encantan los mercadillos (y cuanta más mierdecillas tenga, mejor).
En la plaza hay una torre de reloj y una fontana (que suena mejor que fuente). Desde aquí parte la calle de tiendas de la ciudad.
Visitamos los alrededores de la plaza (muy cercana a la casa de Julieta) y de descansamos un poquito viendo el bullicio de el lugar. 

ARENA DE VERONA

El centro neurálgico de Verona es la piazza Brá. Las callejuelas que la rodean están repletas de tiendas y restaurantes. El coliseo/arena que preside la plaza le da un aire imponente a la plaza. Cuando estuvimos nosotros estaban esperando para entrar a un concierto por lo que no pudimos entrar a visitarlo. Aprovechamos para descansar en la plaza y como a la baby le hacia gracia, cogímos el tren turístico de Verona (5€ en 2021). Volvimos a pasar por los puntos que ya habíamos visitado pero no nos importó en absoluto verlos desde otra perspectiva. 

Arena de Verona


BONUS. SIRMIONE Y LAGO GARDA

Skyline Sirmionés

El día siguiente a la visita de Verona tenemos la idea de ir a Bolonia así que aprovechamos la mañana por los alrededores de Verona. 

El lago Garda y el pueblecito de Sirmione nos parecen una buena forma de aprovechar la mañana. 

Salida al lago


El lago Garda es un gran lago en el norte de Italia. De ahí cogen las sardinas que comentábamos que habíamos comido en Verona. Tiene barcos para practicar deportes náuticos o turísticos para hacer visitas. También hay playas para darse un chapuzón y disfrutar del agua. 

Aparcamos antes de llegar a Sirmione (zona azul) para poder ir dando un paseo a la orilla del lago hasta el pueblo. Vimos que es típico alquilar bici e ir en bici o pasar luciendo cochazo, como ni lo uno ni lo otros, pues fuimos andandito. 


Sirmione es una villa a las orillas del lago muy pintoresca. Una fortaleza preside la entrada al pueblo y hay que entrar a través del foso. Visitamos el castillo y disfrutamos de las vistas al lago. El resto del pueblo lo completan jardines tiendas y restaurantes bien cuidados. Acabamos comiendo un cacho (enooorme) de pizza recién hecha de camino al coche. ¡Nos vamos a Bolonia!


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